Hola chicas!
Esta casita de pájaros me la regalaron en un intercambio sin hacerle nada, simplemente de madera, para que yo la decorara y, por fin hoy ve la luz con su nuevo look.
Aunque no lo parezca por lo chiquita que es, le he hecho de todo: manos de pintura de varias clases, decoupage, decapado en la chimenea y en los filos del tejado... en fin, un poco de todo, pero no sabía como darle el toque final.
Así anduve muchos días, dándole vueltas al coco.
Cada vez que pasaba por la cocina, la miraba y me preguntaba: "¿Qué le hago?", hasta que di con la solución ayer y me acordé de las microesferas que me regaló mi amiga Anapetit, que estaba deseando usarlas pero no sabía dónde.
Pues nada, manos a la obra.
Le di al tejado y al suelo una mano de barniz mate al agua y fuí cogiendo bolitas con la punta de los dedos y esparciéndolas por ambas superficies.
A medida que iba echándolas me iba pareciendo que estaba escarchada, como la fruta que comemos en Navidad y me gustó el resultado.
Ahora la miro y parece enteramente que le hubiera echado azúcar por encima.
Ahora ya luce en el dormitorio de Ariadna, porque desde que me la regalaron se hizo dueña de ella y cualquiera le dice algo... jajaja!!!
Creo que tendreis que pinchar en cada foto para aumentarlas, para poder ver bien el efecto de las microesferas.
Tengo algunas fotos del paso a paso que pondré en el blog de tutoriales en cuanto pueda.