Hoy ha sido un día de emociones contenidas...
Era la entrega de notas en el cole de Ariadna y entre todas las mamás aportamos una cantidad para hacerle unos regalitos a la Srta. Victoria, en agradecimiento al cariño y a la enseñanza que ha dedicado a nuestros pequeños, pero yo no podía dejar pasar la ocasión de hacerle un regalo hecho por mí, donde he querido expresar todo el aprecio que le tengo y lo agradecida que le estaré siempre, porque ha conseguido que el primer curso escolar de mi niña haya sido un camino de rosas, sí, sí, no exagero cuando digo esto, porque no ha habido un sólo día en que Ariadna no haya querido ir al cole, si quería ir hasta los fines de semana... jajaja!!!
La pena es que, salvo milagro, el año que viene no estará con ellos de nuevo y eso nos ha puesto muy tristes a todos, niños y madres, pero sobre todo a las madres, porque nos damos más cuenta que ellos y todas hemos estado muy contentas con ella.
Bueno, el caso es que estuve ayer hasta las dos de la mañana terminando el marco y, para variar, no me gustaba nada.
Llevaba todo el día liada con él, porque lo único que tenía hecho con anterioridad era el lijado y el pintado, nada más y encima no tenía ni idea de qué ponerle, lo que se dice bloqueada 100%.
Hasta que cambié el chip. Estaba empeñada en hacerlo con motivos infantiles y ninguno me convencía o bien el dibujo no cabía; estaba desesperada y el tiempo apremiaba, hasta que me decidí por el estilo romántico, que es mi favorito.
Mi error fue dejarme guiar por la foto, por ser de niños, hasta que di en el clavo, pero no del todo...
Después de hecho, anoche a las tantas estaba exhausta después de todo el día dedicado al marco y no me convencía, peor me sentía, como de que había perdido el tiempo y la oportunidad de dárselo, porque era hoy o nunca.
Mi marido me animaba y me decía que a él le encantaba y él no me miente, cuando no le gusta algo me lo dice.
En fin, que esta mañana lo he visto con otros ojos, le he dado un lijadito final, le he acentuado las letras y las mariposas y le he dado una manita de cera y, lo más importante, caí en qué era lo que me chocaba tanto: la foto, que era en color y me di cuenta de que, lo que le iba era una foto en sepia. Así es que... a correr!!
Faltaba una hora para la entrega de notas, vestí a la niña, me vestí yo, nos montamos en el coche y nos fuímos a la tienda de fotografía con la foto en sepia en el pen-drive (que por cierto, me acabo de dar cuenta de que se me ha olvidado allí.... jajajaja!!! Cómo iría...) y allí mismo le quité la de color y le puse la sepia y... ahhh!!! Vaya cambio!! Uff!! Ya respiré tranquila pero había que seguir corriendo, que íbamos súper tarde...
Otra vez a correr!!!

Llegamos y estaban todos en la clase, ya habían repartido las notas y también le habían dado los regalos (que, por cierto, le gustaron mucho).
Me preguntaron algunas mamás qué me había pasado y ya les conté la odisea, entonces Ariadna se acercó a ella y le dió la bolsa con el cuadro.
Yo estaba súper nerviosa, a ver qué le parecía y su reacción no se hizo esperar: nada más sacarlo de la bolsa y verlo se puso a llorar... y yo, que tengo la lágrima detrás de la oreja, me tuve que salir porque tenía un nudo en la garganta que pa qué...
Total, que no fuímos nosotras solas las que echamos nuestra lagrimita, que la que más y la que menos también se emocionó.
Ahora estoy contenta, porque sé que le ha gustado y es un recuerdo muy bonito, que ya me ha dicho que, por supuesto, lo colgará en su casa.
Ojalá se obre el milagro y le toque otra vez con nuestros nenes, ese sería el regalo más bonito que nos podrían hacer hoy por hoy.



Gracias por todo Mª Victoria, has sido un soplo de aire fresco en nuestras vidas.