Este marco de fotos lo compré hace unos días.
Cuando lo vi pensé que era muy feo pero enseguida lo imaginé en otro color y la cosa cambió, porque la forma me gustaba y el material también, la madera.
Así es que dicho y hecho, le di dos capas de imprimación para que cubriera bien el negro original, luego lo pinté en blanco antigüo con esponja, una capa de alkil, otra de craquelador Vallejo, le di calor con el secador de pelo y cuando craqueló le di la pátina de cera color oro y a secar.
Creo que ha cambiado un poco, no?
5 comentarios:
con la boquita abierta me he quedado, la verdad es que visto en original yo tampoco me lo hubiera llevado...
vuelve a la tienda, que te devuelvan la pasta y encima que te den una propina, te la has ganado!!!
Jo, que sí ha cambiado Nati, tú como las hadas que tanto te gustan pero sin varita, haces mágico todo lo que tocas ¡qué maravilla! pero lo más bonito de todo por supuesto la niña que está para comérsela.
Besitos
preciosos te han quedado los marcos y las cajas ni te cuento,bordas el craquelado y el decoupage,un abrazo guapa
Muy buena la transformación!!
tu si que sabes ver la nueva vida que hay detras de cada objeto!
increible la transformacion!
un beso
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